Sacuden asesinatos la capital del estado. ¿Cuál normalidad? Un alto mando de la Policía Municipal de Culiacán fue asesinado ayer en la capital del estado. Y como daño colateral, una pareja que se encontraba cerca, resultó muerta. En las últimas 24 horas en Culiacán suman siete asesinatos, desaparecidos y despojos de vehículos que no dejan de presentarse. Los ciudadanos de Culiacán han formado grupos de WhatsApp para informarse de las rutas que pueden transitar de manera segura.
En el atentado en donde murió el Subdirector Operativo de la Policía Municipal de Culiacán la Fiscalía del estado comenzó a recaudar información con los testigos de los hechos. Mencionaron a dos sujetos que llegaron caminando al sitio, accionaron sus armas y se retiraron. Los grupos criminales han modificado algunas de sus violentas acciones. Se están adecuando a las circunstancias que presenta la intensa presencia militar en la capital del estado. Pareciera que todo esto se encamina a una especie de “guerra de guerrillas”. La modalidad de atacar viviendas a balazos e incendiarlas se ha estado multiplicando. Los ataques directos a objetivos de los criminales están presentes.
Ese fue el caso del alto mando policiaco de Culiacán ayer, pero un día antes, otro agente de policía fue junto con otra persona secuestrado y posteriormente asesinado. La violencia en esta guerra que no parece tener fin, está presente. El Gobierno da cuenta de operativos en los que asegura armamento, destruye laboratorios y reporta hallazgos de vehículos blindados que son asegurados. Pero nada de eso pareciera que ha logrado frenar la presencia y acción de los grupos criminales.
Al rescate de Culiacán. La sociedad de Culiacán parece haber tomado ya la decisión de recuperar sus calles. Sin armas más que el interés porque la capital del estado recupere la tranquilidad y a los ciudadanos se les respete su derecho a trabajar, a transitar libremente y en paz por sus calles, grupos sociales han comenzado a movilizarse. Tras el éxito que se dio con la convocatoria de “jalemos con la banda” impulsada por el líder social Miguel Taniyama, otras organizaciones han comenzado a sumar esfuerzos. Y el lamentable asesinato de Pedro De Legarreta Lores, pareciera ser un nuevo detonante.
Las organizaciones sociales lanzaron un llamado para que la ciudadanía en general se sume a una serie de acciones que tiene como uno de sus estandartes el lema de que “no hay un problema por grande que sea que no peda resolver la participación ciudadana”. La primera acción que se llevará a cabo será este domingo 24 de noviembre en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en La Lomita, en donde se oficiará una misa con el Obispo Jesús José Herrera. Posteriormente en la gran escalinata se planea que los asistentes se coloquen para lanzar globos blancos. La concentración por la paz y la seguridad de Culiacán ha pedido a los que se interesen en asistir que ocurran vestidos de blanco y si es posible portar una flor también blanca. Ya la sociedad civil de Culiacán pareciera estar harta del fracaso del Gobierno para pacificar el estado.
Porque Edomex si y Sinaloa no. En el combate a la violencia mucho tiene que ver el interés político. Y ayer se dio una de esas expresiones. No se niega que el Estado de México en los últimos meses los índices de violencia se dispararon. Pero para nada se comparan con lo que sucede en Sinaloa. Ayer el Super secretario de seguridad Omar García Harfuch dio a conocer los resultados del operativo denominado “Enjambre” que se llevo a cabo en el Estado de México.
En el operativo decenas de personas fueron detenidas, entre ellas siete servidores públicos. Uno la alcaldesa de Amanalco. Varios de los detenidos tienen que ver con el área de seguridad. Uno de ellos el Director de Seguridad de Amanalco cuando iban a detenerlo, prefirió suicidarse. García Harfuch, el que vino y se paseo caminando por unas calles de Culiacán, claro está en medio de un impresionante operativo de seguridad que incluyó helicópteros y vehículos artillados, se supone que ya está más que enterado de lo que sucede en Sinaloa.
Pero al Gobierno de la 4T le interesó más comenzar a dar resultados en el Estado de México donde gobierna Morena. Pero acá en Sinaloa también gobierna Morena, entonces porque no aplicar operativos que verdaderamente den resultados atrapando a los delincuentes y claro está a quienes son sus cómplices.
Focos rojos en hotelería…de Culiacán. El Presidente de la Asociación de propietarios de Hoteles y Moteles de Culiacán Manuel de la Rivas dio a conocer que, ante la contingencia por la inseguridad, algunos hoteles están por cerrar. Pero no solo eso, algunos pudieran declararse en bancarrota. Así de grave es la situación que viven los hoteleros de la capital del estado. Y es que muchos de los que visitaban Culiacán particularmente en plan de negocios y también de vacaciones, ante los hechos violentos que no ha logrado resolver el gobierno, decidieron cancelar sus visitas.
Se estima que la ocupación hotelera se cayó en más de un 50 por ciento. Que ha bajado la afluencia de visitantes que arriban por avión y mayormente aquellos que visitaban Culiacán por carretera. Y es que, aceptó el dirigente hotelero, la inseguridad en las carreteras desalienta a los visitantes. Pareciera que el Gobierno ni ve ni oye lo que está provocando estas semanas de violencia en Sinaloa. La actividad hotelera se encuentra en una situación delicada. Pero también el comercio, las empresas constructoras, todas las actividades económicas están siendo impactadas negativamente. Y no se ve para cuando pueda concluir esta guerra. Y tampoco cuando el Gobierno realmente ponga en operación un plan de rescate a la economía sinaloense.
Error y acierto. Decenas de familias desplazadas por la violencia y que se han instalado en Mazatlán, acudieron ayer al Palacio Municipal en busca de ser escuchados por la alcaldesa Estrella Palacios. Lo primero que encontraron fue las rejas cerradas y custodiadas por policías municipales.
Craso error, cuando gente tan necesitada y desesperada de recibir respuesta de la autoridad a su reclamo de vivienda segura, les dan con las rejas en la cara. Alguien de Palacio reaccionó. Y poco después las rejas fueron abiertas para que los manifestantes pasaran a la Sala de Cabildo en donde serían atendidos por la autoridad municipal.
Esto fue un acierto. Porque sin necesidad se asumió primero una actitud de rechazo hacia los desplazados, cuando lo que más les interesaba era ser escuchados.