Los Leones del Escogido de Albert Pujols finalmente culminaron como campeones de la Serie del Caribe 2025, al superar en cerrado duelo de pitcheo a los Charros de Jalisco de Benjamín Gil, a quien siguen persiguiendo los fantasmas de no poder ganar un título en el plano internacional, y en esta ocasión golpeó doble el ego del famoso y polémico matador, pues medios de comunicación ya habían tornado un duelo personal por las declaraciones del tijuanense en días pasados, sobre que tenía más experiencia que el debutante Pujols, y que el boricua Yadier Molina a quien derrotó en el Clásico Mundial pasado, cosa que no son mentiras, pero en esta ocasión el tener más experiencia no le fue suficiente al mejor manager del béisbol mexicano en la actualidad, cayendo contra el futuro y posiblemente, de forma unánime, Salón de la Fama dominicano.
México llegaba invicto a la final, producto de un pitcheo hermético en todas sus vertientes, la velocidad y picardía de sus corredores, y al bateo oportuno. Con récord de 5-0 se medía de nuevo ante los Leones del Escogido, a quienes ya habían derrotado en la primera ronda por cerrado marcador de 2-0. Pero en esta ocasión el pitcheo del MVP del torneo, Esmil Rogers y el bullpen dominicano se encargaron de apagar a los ya de por sí apagados bates mexicanos, y es que los números son fríos y relevadores.
Los Charros cerraron como el mejor equipo en pitcheo colectivo, con microscópica efectividad de 1.00 producto de recibir solo 6 carreras limpias en todo el evento, durante 54 entradas de labor, pero eso no fue suficiente con todo y aquello que dice que “el nombre del béisbol es el pitcheo”, porque si bien un pitcheo efectivo aumenta las probabilidades de ganar, para consumarlo se necesita que tu equipo haga carreras y para conseguirlo en gran medida necesitas de tu bateo, y ese fue el talón de Aquiles de la escuadra azteca, con un promedio de apenas .203, en el penúltimo lugar de los cinco equipos participantes, y con cero jonrones, una ofensiva que estuvo muy a la par del peor equipo Japan Breeze, y en el pecado llevó la penitencia. El plantel mexicano promedió 3.6 carreras por encuentro pero en el juego por el título solo pudo conectar un imparable y no registró carrera.
Pujols sabía que sacando de circulación a Rudy Martin y Billy Hamilton, tenía muchas posibilidades de reducir ataques, y ello sumado a que bateadores como Ornelas, Amador, Rodríguez, Casey y compañía, se apagaron, y que tu cuarto bate era Mateo Gil, quien le dio a la canica para un “poderosísimo” .091, terminó por sentenciar el fracaso mexicano.
Se tiene que decir así, porque así fue, un fracaso, y en tu propia casa, pues México ha vuelto a ser un segundón de entre los equipos que conforman la Confederación de Béisbol del Caribe. Aquí ya no basta con competir de tú a tú contra las potencias, ni pregonar que se tuvo el mejor récord del evento y que con el antiguo sistema de competencia seríamos campeones, o que se perdió ante el gigante del área por un margen mínimo en un duelo muy cerrado, o que el duelo por el título debería ser a 4 de 7 juegos. Esto se trata de ganar el trofeo, sea el formato que sea y se juegue donde se juegue. Nadie recuerda a los segundos lugares ni a los “ya meritos”. Solo levantando el trofeo es que los países participantes pueden presumir logros.
México ha demostrado un crecimiento exponencial en cuanto al nivel de pelota en los últimos años --de acuerdo, a nivel selecciones-- y nos queda claro que este evento es de equipos campeones de ligas invernales (y uno que otro que no), pero cerramos con esta información para que saque sus propias conclusiones.
Desde el último título de un equipo mexicano en la Serie del Caribe obtenido por los Venados de Mazatlán en el 2016, han transcurrido ya nueve años y el balance es el siguiente: 4 títulos de República Dominicana, 2 de Puerto Rico, y 1 de Venezuela, Panamá y Colombia, y un redondo Cero para México, que se ha conformado con 2 segundos lugares, 3 terceros, 2 cuartos, 1 sexto y un último lugar.
Esa es la realidad que le corresponde al nivel de pelota de la Liga Mexicana del Pacífico en la Confederación del Béisbol del Caribe, donde reina eternamente República Dominicana y es seguido por Puerto Rico, y la pelea está por ser la tercera fuerza con Venezuela, pero la realidad es que hoy en día, la LMP está rezagada en el último lugar de los equipos que conforman la confederación, en la última década.
Como premio de consolación, Mexicali como sede resultó en un rotundo éxito, y ya se habla de que podría ser una ciudad candidata a albergar juegos de Clásico Mundial de Béisbol en 2026. Además que dentro del equipo ideal destacaron los nombres de Michael Wielansky (2B), Jack Mayfield (Bat), Billy Hamilton (JC), Rudy Martin (JI), Trevor Clifton (PR) y Benjamín Gil como manager.
El Canelo firmó un contrato por cuatro peleas con la Riyadh Season de Turki Alalshikh, de las cuales tres serán en Arabia y una en Estados Unidos, y de momento se acaba de confirmar la primera de este 2025. Será contra el cubano William Scull (Campeón FIB) el 3 de mayo por la oportunidad de ser nuevamente campeón indiscutido súper mediano. Con esto Canelo apuesta por seguir engrosando su cuenta bancaria, más allá de pensar en reforzar su legado en el boxeo, como el mercenario que se ha convertido en los últimos años. También suenan los nombres de Dmitry Bivol y Chris Eubank Jr. En contraparte la pelea que se estaba negociando entre Canelo y Terence Crawford supuestamente se vino abajo, y decimos supuestamente porque el plan primordial de Turki, promotor principal de Crawford, es lograr un megacombate contra Canelo en medio oriente, a como dé lugar, y ya lo tiene en sus filas, por lo que es más fácil conseguirla… Por su parte el youtuber convertido en boxeador Jake Paul quedó ardido porque Canelo subió un video a sus redes argumentando que él solo pelea con boxeadores reales, por lo que a Paul no le quedó más remedio que despotricar contra el tapatío a quien llamó “my pu#4”, pues según el estadounidense ya habían firmado el contrato para pelear este 2025, y éste se canceló.