Columnas
Regular la mentira... Columna de Alfredo Brambila
Por:
Redacción el
10 de enero de 2021
El mundo de las opiniones, de la expresión de nuestras ideas y por default el de las redes sociales, me parece que hoy están caracterizados por dos hechos: 1) la censura o el linchamiento hacía quienes sostienen opiniones o emplean palabras y términos que son rechazadas por algún sector o grupo; 2) la afirmación de hechos ante los que no se tiene evidencia, es decir, afirmar mentiras.
Esto último tiene su conceptualización en la llamada posverdad. Que es definida como la alteración de la versión de los hechos a fin de influir en la opinión pública o en las creencia.
El hecho puede parecer insignificante.
Digamos pues, al final todos mentimos todo el tiempo. Lo grave sucede cuando se miente desde los espacios de opinión, cuando se miente siendo una autoridad y cuando se miente y se tiene capacidad de influencia.
Las consecuencias de mentir desde los medios o el poder trascienden más allá de que un grupo de fanáticos invadan el capitolio. Sin verdad o con la mentira recurrente se aniquila la posibilidad del entendimiento, de la convivencia y del diálogo.
Intentar dialogar o convivir sin verdad es como jugar un partido de futbol sin tener delimitada la cancha donde se sostendrá el partido. Cada jugador anotaría donde quisiera y correría por los espacios que quisiera, celebraría un gol cada que metiera el balón en una casa o golpeara alguna pared, sería imposible jugar así, ¿Quién ganaría?; ¿cuál es el espacio para anotar?; ¿cuándo se cometería una falta?
Nosotros, con nuestras opiniones y diálogos somos esos jugadores interactuando; la cancha que limita nuestra interacción y posibilita el juego, es la verdad.
Sin la presencia de ella, que nos limita y nos da sentido, anduviéramos dando tumbos y anotando como esos jugadores en cualquier parte.
Pero ¿qué es la verdad? La verdad son los hechos, aquello que ha quedado evidenciado y se puede demostrar. Ejemplos: las vacunas son un instrumento para matar gente ¿quién se muere tras la aplicación de las vacunas? ¿no ha aumentado la esperanza de vida desde que estas se emplearon?; Trump afirmó que le habían robado la elección ¿cuál era su evidencia?¿qué demostraba ese hecho?; los seguidores de MORENA hoy afirman que bajo su gobierno México está mejor.
¿qué sostendría esa afirmación? ¿hay menos delitos? ¿se ha mejorado el poder adquisitivo? ¿se han generado más empleos?
Cuando se miente, ignorando y contradiciendo los hechos se destruye la posibilidad de entendimiento. No es casualidad que los gobiernos que recurrentemente y matutinamente mienten construyan sociedades polarizadas y confrontadas ¿le suena?
Las instituciones encardas de velar la democracia y aquellas con gran influencia como las redes sociales o los medios de comunicación deberían empezar a asumir como una tarea regular la mentira.
Tal y como lo hicieron con Donaldo Trump al censurar sus cuentas. Por cierto, eso no es censura, porque todos tenemos derecho a una opinión, pero no a nuestros propios datos/hechos.
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Alfredo Brambila, Columna, Opinión.
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