Era el 02 de marzo de 2022 cuando el entonces alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres y su secretario del Ayuntamiento, Édgar Augusto González Zataráin, mostraron apuro por cerrar un trato con la empresa Azteca Lighting para comprar 2.139 luminarias por 400.8 millones de pesos.
Fue ese día, a las 15:00 horas, cuando ambos encabezaron la sesión del Comité de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios para autorizar la celebración de un contrato con
Azteca Lighting S.A. de C.V., y esa misma tarde, lo firmaron bajo el folio
OM-UA-145/2022 mediante adjudicación directa.
Todo fue ‘fast track’. Nadie objetó nada.
Para signar dicho contrato millonario, ambos se ampararon en el acta de sesión de dicho Comité de Adquisiciones en la que además participaron la oficial Mayor, Nayla Adilene Velarde Narvaez; el tesorero Jesús Javier Alarcón Lizárraga, así como los vocales Luis Gerardo Núñez Gutiérrez, Bernardo Eduardo Alcaraz Conde y Claudia Magdalena Cárdenas Díaz.
En abril se empezó a cumplir con el contrato cuando el Ayuntamiento de Mazatlán pagó en los términos estipulados la mitad del anticipo pactado, por 60 millones 129 mil 630 pesos. Todo seguía normal.
Pero el 09 de mayo, dos meses después de firmado, un grupo de regidores interpuso ante el Órgano de Control Interno de Mazatlán una denuncia por considerar que el monto del contrato rebasaba las cantidades permitidas cuando se hacían por la vía de la adjudicación directa.
Las denuncias fueron escalando a otras instancias entre mayo y julio: regidores acudieron ante la Auditoría Superior del Estado y la Fiscalía General del Estado para exigir una investigación.
Fue entonces que brincó un detalle. El entonces secretario del Ayuntamiento, Édgar Augusto González Zataráin, acudió el 09 de julio a la Fiscalía General del Estado, en la zona sur, a interponer una denuncia por falsificación de su firma.
Empezaba a marcar distancia de la bomba que venía antes de que estallara… y explotó: investigaciones, auditorías, más denuncias, presión y condena social. Ante el escándalo, el Ayuntamiento rescindió el contrato pero no había forma de salvarse: Luis Guillermo Benítez tuvo que renunciar a la alcaldía y en su lugar fue designado Édgar González.
El hoy alcalde sustituto ha sostenido que nunca firmó el contrato pese a que su rúbrica viene plasmada, de acuerdo al documento que obra en poder de Diario Digital Adiscusión, pero donde curiosamente no aparece su firma es en el Acta de Sesión del Comité de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios.
¿Qué dice el contrato con Azteca Lighting?
De 17 páginas y 14 cláusulas, ambas partes, el Ayuntamiento y el proveedor, declaran que al celebrar dicho contrato “no existe en su consentimiento voluntad, dolo, mala fe, error, temor, violencia, engaño o cualquier otro vicio determinante que pudiera influir en su ánimo de contratar y que pudiera en su futuro dar pauta a la nulidad relativa o absoluta de este acto jurídico”.
El objetivo era adquirir de Azteca Lighting 2,139 luminarias completas para la sustentabilidad y modernización del sistema de alumbrado público en diferentes avenidas de Mazatlán –sin especificar cuáles—con recursos propios por la cantidad de 400 millones 864 mil 204 pesos.
Es decir, cada lámpara “tipo UFO” tendría un costo de 187 mil 407 pesos.
En el contrato se establecen los detalles técnicos de las luminarias y las formas y tiempos en que el Ayuntamiento pagaría a Azteca Lighting:
Un anticipo de $120,259,261.34 en dos exhibiciones: $60,129,630.67 en abril de 2022 y otros $60,129,630.67 en septiembre de 2022. El primero pago se hizo efectivo en tiempo y forma.
El resto, $280,604,943.12 se liquidaría en tres pagos parciales de la siguiente manera:
--Un primer pago por 13 millones 394 mil 791 pesos cuando se acreditara la entrega de 800 luminarias completas.
--Un segundo pago por 133 millones 605 mil 076 pesos que deberá ser cubierto en abril de 2023 y que se acredite la entrega de otras 800 luminarias completas.
--Un tercer y último pago por otros 133 millones 605 mil 076 pesos que deberá ser cubierto en abril de 2024 y que se acredite la entrega del total de las luminarias comprometidas, es decir 539 luminarias completas restantes.
El contrato tendría una vigencia hasta el 31 de octubre de 2024, el que se supone sería el último dia de gobierno de Luis Guillermo Benítez Torres cuya permanencia caducó dos años antes en medio de la crisis política que derivó de esta compra millonaria, por lo que dejó la alcaldía el 25 de octubre de 2022.
El ex alcalde fue designado secretario de Turismo en aquellas fechas pero el pasado martes 7 de febrero, el gobernador Rubén Rocha Moya le retiró el nombramiento luego de que la Fiscalía General del Estado encontró elementos suficientes para procesarlo por delitos de Desempeño irregular de la función pública.
Édgar Zataráin busca sacudirse responsabilidades
Aunque Diario Digital Adiscusión documentó que, desde hace 7 meses, Édgar González Zataráin interpuso una denuncia por falsificación de su firma, la que aparece en el contrato, la Fiscalía General del Estado confirmó que fue hace como 20 días que recibieron la misma, la cual forma parte de las carpetas de investigación que derivaron en la solicitud de desafuero del ´Químico´ Benítez.
Entrevistada al respecto, la fiscal Sara Bruna Quiñónez Estrada indicó que es parte de las investigaciones, de lo cual hay un avance pero no quiso hacer mayores comentarios. “Es un asunto que pertenece a la carpeta (y) no podemos nosotros adelantar, es una prueba que está recabándose aún y no vamos a informar el resultado”.
--¿Sería ese aparte de los otros presuntos delitos por el que ya está siendo señalado?
--No, ese asunto del contrato donde él dice que le falsificaron la firma es uno de los que están afectos a las carpetas que motivaron la solicitud de procedencia.
“No hay falsificación ni intento de falsificación”
Diario Digital Adiscusión recopiló una serie de documentos oficiales firmados de 2018 a la fecha por Édgar Augusto González Zataráin, para hacer un comparativo y contraste de sus firmas, con la que viene plasmada en el contrato signado con la empresa Azteca Lighting y que ha sostenido que es falsa.
Es así que de la página del
Congreso del Estado se obtuvieron documentos de las 21 iniciativas presentadas cuando fue integrante de la LXIII Legislatura por el PRD, su declaración patrimonial y, del sitio oficial del
Gobierno Municipal de Mazatlán, se obtuvo un acta de la sesión de Cabildo de Mazatlán, de octubre de 2022, en su calidad de secretario del Ayuntamiento, para contejar su rúbrica.
Dichos documentos fueron analizados, a petición de Adiscusión, por el grafólogo Rodolfo Cortez quien explica que basados en los rasgos de los trazos, la fluidez de la mano, su velocidad y presión al plasmarla puede concluir que “no hay falsificación ni intento de falsificación”.
“Entonces, aquí si él hubiera tratado, vamos a suponer de falsificarla, no hay intento de falsificación. La otra, si alguien hubiera tratado de falsificar no la hace porque no tiene el mismo gesto gráfico y ésta sí lo tiene”.
--¿La posibilidad de que la firma sea falsa es nula?
--Muy remota.
Y explica que los criterios para detectar una firma falsa es ver el gesto gráfico, enseguida la fluidez del trazo. “Nosotros le llamamos dentro de la fluidez, la velocidad y también la fuerza, el apoyo para asentar la firma”.
El especialista sostiene que un perito grafólogo puede llegar a argumentar cuándo tendría la tendencia de manifestar que esta firma es falsa, y “el único rasgo que puede argumentar ‘es esto y posiblemente el otro’, pero insiste en que no ve falsificación en las rubricas analizadas.
--Aquí la hace igual comparada con esta del contrato, que según es falsa, aquí tiene como un gancho, es como dice la velocidad y la rapidez...
--Exacto. Aquí lo único que puede hacer él, aquí volvemos a lo mismo, este rasgo. Entonces, hay rasgos que pueden considerarse no inscritos por omisión, porque decimos la firma influye el estado de ánimo, el lugar, el soporte, el ambiente inclusive. Entonces, sí definitivamente, lo que alguien pudiera querer argumentar sería esto, esto y posiblemente este rasgo que le llamamos bifurcación, porque no hubo apoyo. Aquí tiene otro apoyo, apoyo diferente, pero el gesto gráfico y la firma definitivamente sí es.
Rodolfo Cortez valora y explica que a la vista de todos los documentos definitivamente es el mismo quien firmó todos los documentos. “El sujeto firmó y firma en diferentes momentos, el rasgo general ahí está”.
En diversos momentos, en entrevistas con medios, Édgar González Zataráin ha sostenido su postura de que no firmó el contrato. En los próximos días, una vez que el Congreso del Estado responda a la Fiscalía General del Estado su petición, se programará una audiencia inicial ante un juez de control, donde seguramente, alcalde y ex alcalde, podrían verse las caras....y sus firmas.
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