Culiacán, Sinaloa.- Entre las madres buscadores hay rabia, indignación, coraje, impotencia y frustración. No es para menos. El hallazgo de los restos de un joven desaparecido en mayo de 2020, encontrado entre los restos resguardados en el SEMEFO, exhibió de nuevo la dimensión de la crisis forense que sufre Sinaloa y la simulación de las autoridades.
La asociación civil ‘Sabuesas Guerreras’ dio a conocer esta mañana el caso de Alberto de Jesús Verdugo Rivera, que da muestra del desorden que impera en la Fiscalía Especializada en Desaparición de Personas en Sinaloa, pero más grave aún, de lo inútil que ha resultado el cacareado Centro de Resguardo Temporal recién inaugurado.
En rueda de prensa en las afueras de Catedral de Culiacán, María Isabel Cruz Bernal expuso el caso que, insistió, las llenó de rabia y coraje.
Reveló que Alberto de Jesús verdugo Rivera había sido localizado al encontrar sus restos en el Servicio Médico Forense después de 4 años en que su madre lo anduvo buscando frenéticamente en situación de calle, hospitales, centros de rehabilitación y cárceles con el fin de encontrarlo con vida, pero también lo buscó en el llamado ‘vientre de la tierra’, que son las fosas clandestinas el único lugar donde ninguna madre quiere encontrar a sus hijos.
“Como asociación civil ‘Sabuesas Guerreras’ queremos decir que este hallazgo trastoca nuestros corazones porque delata todo lo que está mal en este sistema. Alberto de Jesús desapareció el 25 de mayo de 2020 y su mamá desde entonces pidió que se le buscará en la morgue del SEMEFO entre las personas que estaban en calidad de no identificados, pero no la escucharon”.
En cada mesa de trabajo —explicó— es la misma petición, como es la confronta del ADN con los cuerpos en la morgue pero el SEMEFO no contesta las peticiones del ministerio público o no arroja resultados positivos, desaprovechando el Laboratorio de genética forense que tiene Servicios Periciales desde 2016 y que les costó más de 47 millones de pesos.
María Isabel Cruz Bernal expuso que desde que decidieron emprender búsqueda de sus desaparecidos en los archivos, han encontrado barbaridades como carpetas de investigación revueltas, otras como archivos de casos de otros estados y hasta muestras palpables de que no buscan si no se presiona a los fiscales en Sinaloa.
Indicó que el jueves 4 de julio en la última revisión de expedientes, la mamá de Alberto de Jesús salió con coraje tras hallazgos encontrados.
Y el 6 de julio la citaron en la Fiscalía donde fue cuestión de ver unas fotografías de 4 años atrás cuando el cuerpo de su hijo llegó a las instalaciones del Servicio Médico Forense para reconocerlo.
“Estaba hecho restos a la espera de que le hicieran las pruebas genéticas, las mismas que su madre pidió hace 4 años”, lamentó.
Los restos del joven le fueron entregados a su mamá la madrugada del domingo 7 de julio, los mismos que el 2 de octubre de 2020 recibió la Fiscalía y, como un bulto, lo archivó sin hacer la confronta de pruebas genéticas que su mamá pidió desde entonces.
La condenaron a una búsqueda poniendo en riesgo su integridad en lugar de ahorrarle mayor sufrimiento ante la pérdida de su hijo.
Cruz Bernal señaló que este caso desnuda todo lo que está mal en el sistema, donde hay omisiones, no hay una base de datos ni confronta de pruebas.
“En Sinaloa tenemos una crisis forense con más de 2,300 cuerpos, restos u osamentas que no han sido identificadas que están en fosas comunes, en panteones, refrigeradores del SEMEFO o en la morgue de funerarias privada”.
El Centro de Resguardo Temporal que implicó una inversión de más de 60 millones de pesos, acusó, de nada ha servido pese a la promesa de que sería útiles para acabar con el viacrucis para identificar a los cuerpos.
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