CIUDAD DE MÉXICO (apro) .- El expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León acusó a la actual mandataria, Claudia Sheinbaum, de incentivar una crisis constitucional, al reiterar su apoyo al “plan antidemocrático de AMLO”, en lugar de llevar a cabo un proceso genuino de reforma
Este viernes, Zedillo publicó un artículo en The Washington Post, en el que celebró a la primera mujer presidenta de México, antes incluso de que este hecho ocurriera en el país vecino, Estados Unidos. Pero la celebración del exmandatario fue corta, para iniciar con críticas hacia las acciones de Sheinbaum en su primer mes a cargo del Ejecutivo.
“Como presidenta, parece comprometida a seguir el objetivo de su predecesor de convertir a México en una autocracia de partido único, que recuerda a gran parte del siglo XX, cuando faltaban elecciones competitivas y justas y el Poder Judicial no era independiente”, señaló Zedillo, y advirtió que México realmente ha sido democrático los últimos 30 años, aceptando la falta de democracia durante el régimen priista, a pesar de lo cual él se unió a ese partido que lo llevó a la Presidencia.
Zedillo acusó al expresidente Andrés Manuel López Obrador de “utilizar una interpretación inconstitucional de las reglas electorales para aumentar los números de su partido en la Cámara baja y aparentemente comprar el voto de un senador prometiéndole a él y a su familia impunidad por delitos graves”.
El exmandatario se refería al senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez, sobre quien pesan acusaciones por enriquecimiento ilícito, presentar documentación falsa, mentir a la autoridad y fraude procesal, y quien dijo que no sería “trofeo” de Morena cuando un juez dictó una orden de aprehensión en su contra en 2024. Pero en medio de la votación para aprobar la reforma al Poder Judicial, Yunes Márquez desapareció, pidió licencia y en su lugar su padre y suplente, Yunes Linares –sobre quien también pesan acusaciones similares, además de pederastia– dio el voto que Morena necesitaba para pasar su enmienda.
Zedillo señaló que, por medio de la reforma, los jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte supuestamente serán reemplazados por “individuos que carecen de calificaciones profesionales significativas y que deben sus cargos al partido gobernante, o peor aún, a otros patrocinadores y organizaciones potencialmente criminales. Por diseño, los nuevos jueces no serán independientes ni competentes”, advirtió.
Al llegar a la Suprema Corte para verificar la constitucionalidad de la reforma, el pasado 29, el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá presentó un proyecto de sentencia que anularía parcialmente la reforma judicial, al invalidar el proceso de elección abierta para jueces y magistrados, a cambio de eliminar fideicomisos y presentar un nuevo Tribunal de Disciplina, entre otras medidas.
Pero esto no fue suficiente y, la noche del 31 de octubre, la presidenta Claudia Sheinbaum publicó el decreto por el que se declara la improcedencia de las controversias constitucionales o acciones de inconstitucionalidad para las reformas, después de que fue aprobada por la aplanadora morenista en 23 legislaturas estatales y de la Ciudad de México, así como por la Cámara de Diputados.
“Esta última maniobra ha desenmascarado completamente a Morena: su intención es transformar el régimen político de México en uno autoritario”, acusó Zedillo en su texto.
También criticó que López Obrador “tratara” de eliminar la autonomía del Instituto Nacional Electoral; la eliminación de los organismos autónomos constitucionales, como el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) o el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), entre otros, y criticó la entrega de atribuciones al Ejército que no son de carácter militar, como la construcción de los megaproyectos estatales.
“Sheinbaum ha redoblado su apoyo al plan antidemocrático de AMLO, emulando incluso sus tácticas de calumniar, insultar y amenazar tanto al Poder Judicial como institución y a los jueces individuales, así como a otros que han criticado las reformas. También aboga por que el gobierno ignore los fallos judiciales”, detalló el expresidente a su audiencia estadunidense.