Guardan un poco la “guadaña”….. pero que no se confíen
El claro mensaje que mandó el gobernador, Rubén Rocha Moya, de que el poder es para ejercerse con actos de autoridad, como lo hizo al remover sin miramientos a Héctor Melesio Cuén Ojeda, su no tan antigüo aliado en la campaña electoral del 2021, hizo que alcaldes y secretarios dieran acuse de recibo ayer, cuando por ejemplo Luis Guillermo Benítez de Mazatlán, y Gerardo Vargas Landeros, de Ahome, salieron a respaldar la decisión del gobernador, en tanto que miembros de su gabinete andaban “seditos” en el acto donde coincidieron con su jefe, el Ejecutivo, en el Colegio de Sinaloa, desde donde Rocha Moya rechazó vaya a emprender una cacería de pasistas incrustados en el Gobierno: "No voy a correr a nadie, si ellos deciden retirarse lo harán; yo ya tomé una decisión que tiene que ver con mi nivel de gabinete, así lo hice saber en mi oficio". Por lo que se aprecia, la “guadaña” se guardó pero está claro que si se ofrece, no se dudará en sacarla….y usarla.
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Los mensajes de Héctor Melesio Cuén Ojeda: “En algún momento nos sentaremos a platicar”
Desde “Casa María”, el mismo lugar donde en diversas ocasiones, Rubén Rocha Moya y Héctor Melesio Cuén, se echaron varias tazas de humeante café desde los tiempos en que la alianza Morena-PAS estaba en construcción, pasando por la campaña electoral y el periodo de transición, hasta llegar a ser Gobierno, el hoy ex secretario de Salud reaccionó a su remoción y aclaró que fue basada en un engaño que le hicieron al gobernador pues si el argumento fue que tenía demandado al periodista Luis Enrique Ramírez, dicha denuncia fue improcedente en 2016, el mismo año que la interpuso, por lo que no había de qué desistirse. Cuén envió varios mensajes: no ve una ruptura con Morena partido con el que sigue la alianza en el plano nacional, tampoco ve rota la relación con Rubén Rocha –a quien le pidió hacer un ejercicio de memoria de los tiempos en que no era candidato– y afirmó que “seguramente en algún momento nos sentaremos a platicar”. Por mientras se declaró de vuelta al ruedo en el PAS afirmando que siempre buscará lo mejor para Sinaloa, donde se requiere que haya gobernabilidad.
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El “Metaverso” Estrada ¿Quién lo entiende?
Observar el comportamiento a lo largo de una jornada, al alcalde de Culiacán Jesús Estrada Ferreiro, resulta un tanto entretenida por sus ocurrencias, inquietante por sus abruptas reacciones pero también es confuso adivinar hacia dónde quiere conducir su vehículo político, que a estas alturas del camino luce un tanto “destartalado”, cuando tenía todo para llegar intacto al final de esta carretera que podría haberlo llevado a un mejor destino. Estrada, por la mañana se ríe de que “van a decir que soy vidente, pero no”, porque atinó a que correrían a Héctor Melesio Cuén, más tarde desde la Sesión de Cabildo, como niño regañado, envió a comisiones un dictamen para retirar la controversia constitucional que interpuso ante la SCJN por el tema de las pensiones a policías aclarando que “no es lo correcto”, pero más tarde se reúne con viudas de policías y difunde imágenes sonriendo –como que todo va bien—pero ya no sabemos si al caer la noche de vuelta se va a agarrar contra los diputados, a quienes les tiene tirria por el proceso de juicio político que le siguen en el Congreso del Estado. Por lo menos ayer se dio un abrazo con el gobernador Rubén Rocha Moya en el Colegio de Sinaloa.
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El caso Luis Enrique Ramírez ¿A qué juegan las autoridades?
Bien lo decía César Millán Lafarga, director general de Diario Digital Adiscusión hace unos días cuando advertía que esperaba que, con el caso del asesinato de Luis Enrique Ramírez, no pasara lo mismo que con su padre, Humberto Millán Salazar, asesinado en agosto de 2011 y cuyas investigaciones no pararon en ningún lado, salvo en la horrenda impunidad que permea a todos los órdenes de gobierno y cuestionaba “¿A qué están jugando en la Fiscalía?”. Lo decimos a propósito de que por la mañana nos desayunamos con la “buena” noticia dada en La Mañanera del presidente López Obrador, donde se anuncia que ya están identificados los responsables del crimen del autor de la columna El Ancla de El Debate, pero eso sí, descartaban que el asesinato tuviera como móvil su labor periodística, pero más tarde, desde la Fiscalía General del Estado –que se supone alimenta de información a la Federación—salieron con que no, que no deben adelantarse resultados ni tampoco descartar ninguna línea de investigación par esclarecer este asesinato por el que sigue vivo, como el de todos los periodistas caídos, el reclamo de justicia. Por lo que se aprecia, no hay coordinación. Mala señal.