Columnas
Columna Institucional Sin Ambages Jueves 5
Por:
Redacción el
4 de diciembre de 2024
Pacificar a Sinaloa, sí ¿pero cómo?
Nos queda claro que Omar García Harfuch, el ‘batman’ que quiere brindar condiciones de seguridad a esta Ciudad Gótica en que ha convertido no solo Sinaloa sino gran parte del país capturando a los generadores de violencia, trae sus buenas intenciones cuando afirma que su presencia en Culiacán es para ‘pacificar al estado’. Sí. Eso está bien, pero las preguntas que nos hacemos más de un millón de habitantes en la capital de Sinaloa y cientos de miles de familias en municipios serranos como Elota, Cosalá, San Ignacio y Concordia es cómo, cuándo y qué tiempo se van a llevar. Y lo decimos porque mientras el secretario de Seguridad del Gobierno de la República decía eso a periodistas desde las blindadas instalaciones militares de la Novena Zona, en San Ignacio aparecían 7 hombres ejecutados y en Culiacán ocurrieron otros tres asesinatos. Queda claro que la retórica no hace ni cosquillas ante el escupidero de balas que traen los criminales en las calles. La realidad es que, no es por decepcionar, pero el ‘súper policía’, considerado hoy por hoy el hombre más poderoso en el círculo cercano a la presidente Claudia Sheinbaum, no dijo nada que aliente o genere esperanza de que esto pronto acabe. Tan es así que García Harfuch no se quiso comprometer en plazos ni metas. Y es que cuando un reportero le inquirió sobre cuándo se va a terminar esta ola violenta o qué tiempo les va a llevar frenarla, el funcionario con dejo de honestidad respondió: ‘Puedo decir una respuesta que no es muy popular; el que sea necesario’ ¡Plop!
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El ‘coco’ de la 4T
El Gobierno de la República tuvo la cortesía de abrir un espacio para seis medios locales, en la idea de que pudieran conversar con Omar García Harfuch en la Novena Zona Militar. Desde el centro del país –que en eso la Cuarta Transformación es muy parecida a los tiempos de antes—decidieron a quiénes y se comunicaron directamente con los periodistas para convocarlos. Y bueno, son sus formas y se respetan. El problema es que uno de los ‘talones de Aquiles’ de la 4T es la coordinación porque les gusta mucho trabajar con teléfonos descompuestos. De entrada a los comunicadores les dejaron entrever, primero, que serían entrevistas individuales pero conforme se fue acercando la hora pactada les mandaron señales de que no, que sería una especie de rueda de prensa y, también como en los tiempos de antes, solicitaron las preguntas que traían. Y resulta, que, ya una vez todos instalados en un salón ubicado a un lado del comedor, cuando entra al mismo García Harfuch empezó a saludar a periodista por periodista sorprendiéndose al ver micrófonos y cámaras instaladas. ‘Según yo era una plática informal’, les dijo y una reportera le contestó que ‘así será, así somos aquí’ cuando de pronto se soltó la artillería de cuestionamientos a lo largo de 32 minutos, sin que nadie, ni de su equipo ni del Ejército, hiciera algo por moderar ni darle orden al encuentro. Eso fue bueno porque los periodistas preguntaron hasta que se cansaron, e incluso, ellos decidieron cuándo ponerle punto final a lo que sería ‘una conversación informal’ en donde nunca aparecieron necesariamente las 'preguntas' que habían mandado. Si así como se defiende de los incisivos cuestionamientos, como gato boca arriba, se defendiera al país de los criminales, otra cosa fuera de México.
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La ilusión del ‘aumento’ al salario mínimo
Con bombo y platillo desde las esferas del Gobierno han querido vender a la enorme base de trabajadores del país, que durante el Gobierno de la Cuarta Transformación el salario mínimo ha aumentado como nunca y nos han querido meter en la cabeza la máxima de que a más ingresos, las familias mexicanas tienen mucho mejor poder adquisitivo. En lo primero, no mienten. En lo segundo, sus propios datos dicen otra cosa. Y las referencias siempre son importantes para poner las cosas en su justa dimensión. Es cuestión de ver cómo estábamos en 2018 y cómo estamos hoy en 2024. A qué nos referimos. Sí, es cierto, hace seis años, el salario mínimo en el país apenas rebasaba los 88 pesos cuando hoy es 248 pesos. Cualquiera viendo así los números siente los bolsillos más llenos. Sin embargo, si contrastamos en ese mismo periodo cómo andaba entonces y anda ahora la canasta básica, las cosas se ponen difíciles. En 2018 la canasta básica –24 productos—oscilaba en 245 pesos y ¿sabe cuánto cuesta hoy? ¡910 pesos y subiendo! Por eso le decimos, esos aumentos son una ilusión, una fantasía, más cuando todavía hay que pagar el recibido de la luz y llenar el tanque de gasolina. La carrera alcista nunca ha jugado a favor de la gente.
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Oigan ¿Y ‘el Pity’ Velarde?
Este jueves hace nueve días que el gobernador Rubén Rocha Moya designó al empresario mazatleco y ex encargado del Despacho de SECTUR, Ricardo Velarde Cárdenas, conocido como ‘el Pity’, como secretario de Economía y no sabemos dónde anda, pero quizás lo que le dieron fue un año sabático porque desde entonces nada se ha sabido del funcionario. Como que se agobió o se lo ‘tragó’ la tierra, o el mar. No sabemos si el cambio de Mazatlán a Culiacán se le complicó, si no se ha podido adaptar o de plano qué anda haciendo. Ya casi sería bueno que se emita una ficha de búsqueda para localizarlo. Y más cuando los empresarios están urgidos de ser escuchados, atendidos, tener puentes con el gobierno, algo que le falló muchísimo al ex titular de Economía, Javier Gaxiola Coppel y vaya que el empresario automotriz tenía ascendencia entre las mujeres y hombres de negocios. Del nuevo funcionario ni su equipo de prensa da señales de nada ni siquiera de una foto de dónde anda. Alguien que le avise al 'Pity' que ya es secretario ¡por favor!
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