Entre lo policiaco y lo político. Omar García Harfuch tendrá qué decidir que camino es el más adecuado para restablecer la tranquilidad en Sinaloa. Hay quienes le apuestan a que esta violencia difícilmente se podrá resolver. Pero todos debemos de abrigar la posibilidad de que se encuentre un camino que permita a los sinaloenses volver a su vida de rutina. García Harfuch porta todo el apoyo presidencial. No tiene excusa alguna para fracasar en su encomienda. Pero tendrá que definir sus decisiones.
Si lo hace con un sello político o lo pone en práctica como un policía de carrera como lo es. Ya el “súper policía” fue aspirante a Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Pero se le atravesó ni más ni menos que el expresidente López Obrador que lo “borro” para imponer a su “carta” Sara Brugada. Entonces le abrieron la puerta para convertirlo en candidato al Senado. Actualmente es Senador con licencia. Este episodio mostró al García Harfuch político. Y como tal desde hoy es colocado entre los aspirantes presidenciales, más cuando es público y notorio el gran apoyo que le brinda Claudia Sheinbaum. Pero fue nombrado Secretario de Seguridad Pública federal. Y no como cualquier otro.
Los legisladores de Morena y sus aliados aprobaron reformas que le dan al hoy Secretario una fuerza descomunal para actuar en materia de seguridad en el país. Algo parecido sucedió en los tiempos de Salinas de Gortari que encumbró con todo el poder a su jefe policiaco Guillermo González Calderoni o con Felipe Calderón que hizo lo mismo con Genaro García Luna. Ambos terminaron mal. Otro fue Florentino Ventura calificado por la propia DEA como “el policía más brutal, pero el más eficiente”. No hubo caso que no resolviera.
En la estrategia para combatir la violencia en Sinaloa, García Harfuch tendrá que valorar si actúa anteponiendo su parte política o si resuelve como policía. Si su parte política prevalece, entonces los políticos sinaloenses involucrados con los grupos criminales que hoy disputan el control del Cartel de Sinaloa, podrán respirar tranquilos. Si resuelve actuar como policía, entonces habrá muchas caras descompuestas en el estado. Lo que está claro es que, en Sinaloa, García Harfuch se juega todo su futuro político y también policiaco.
Seis días y contando. Hoy se cumplen seis días de que Omar García Harfuch Secretario de Seguridad Pública federal llegó a Culiacán. Y la guerra entre “chapitos” y “mayos” sigue adelante. Que si ha bajado de intensidad. Es cierto. Ya traía esa dinámica desde antes de la llegada del calificado “súper policía”. La “guerra” ha tenido sus variantes. Pero sigue presente.
Ya con García Harfuch en el estado, los asesinatos continúan, los reportes de balaceras también, las desapariciones, el despojo de vehículos, el incendio de viviendas y el de negocios. Da la apariencia de que García Harfuch está sentado en un polvorín que en cualquier momento puede estallar. Ayer finalmente se reunió con funcionarios del estado en la revisión de la estrategia que se está aplicando. A paso que van los operativos y la estrategia, García Harfuch tendrá que mudarse a Sinaloa, aunque ya haya dicho que no lo haría, pero si la instrucción fue que permaneciera aquí hasta resolver el problema, pues sencillamente esto va para largo. Salvo que suceda un milagro.
Seguridad con alfileres. En Mazatlán atacaron a balazos a una persona. Esto para las condiciones que se viven en estos momentos en el estado no sería tan relevante. Pero da la casualidad que volvió a vulnerarse el supuesto “blindaje” de la zona turística del puerto. Este nuevo atentado se registró justo frente Playa Norte, cerca del conocido parque “Martiniano Carvajal”. Si es cierto y confirmado que unidades de Marina están patrullando la ciudad y particularmente la zona turística.
Es también cierto que la Guardia Nacional ha desplazado a decenas de elementos que vigilan el área hotelera. Y, aun así, se volvió a presentar otro atentado precisamente en la zona que se tiene “súper vigilada”. Ya se dieron cuenta que difícilmente con solo patrullar podrán erradicar los hechos violentos en todo Mazatlán. Se requiere, urge que se eche mano a las labores de inteligencia para desarticular las bandas de criminales.
Que no son dos…Son tres. Para quienes pensaron que en la actual administración municipal que encabeza la alcaldesa Estrella Palacios operan solo dos grupos políticos, se equivocan. En la práctica son tres. Los dos grupos de influencia y decisión al interior del Ayuntamiento de Mazatlán son encabezados, uno por el padre de la alcaldesa y el otro por su marido. Ambos metieron a sus allegados, conocidos y amigos dentro del Ayuntamiento. La disputa por el control estaba entre ellos. Pero llegó un elemento ajeno, pero también de mucho peso.
Se trata del Tesorero Municipal enviado de Culiacán. Y precisamente a quienes rinde resultados e informes son a quienes están en Culiacán. Sin conflictuarse el Tesorero ya comenzó a marcar su espacio y hacer sentir su poder. Ahí no podrán entrar ni el grupo que obedece al padre de la alcaldesa y tampoco el que dirige su esposo. La Tesorería tal cual lo hace la Jumapam, se manejan por la libre…Del Ayuntamiento.
El Museo del Mar como cantina. El nuevo edificio de “La Casa del Marino” en cuyo interior se supone ya debe estar por instalarse el “Museo del Mar”, ya debutó públicamente. Y lo hizo disfrazado de cantina. Una parte de ese edificio como también del Fuerte “31 de Marzo” ubicado atrás de ese inmueble fue escenario para que la Banda MS elaborara un video de promoción.
En este video que ya circula en redes, aparecen algunos cantantes junto a los integrantes de la Banda MS ilustrando como si estuvieran en una cantina. Ahí entre los participantes se identifica a Julio Preciado y a Pancho Barraza entre otros. Quienes autorizaron este evento y utilización tanto de la nueva Casa del Marino como del Fuerte “31 de marzo” están el Ayuntamiento y el Instituto de Cultura. Por cierto, el video muestra la canción de “La Bikina” con un arreglo de banda.
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