¿Cuánto tiempo más? Ni el “super policía” como han calificado a Omar García Harfuch tiene en su radar cuanto más durará la crisis de seguridad que azota a Sinaloa desde el 9 de septiembre. Se entiende que no quiera comprometerse en fijar fechas. Lo que si es delicado que adelante que la solución al problema de violencia “no terminará de la noche a la mañana…Será con tiempo”.
Y esto ultimo es lo que no tienen comerciantes, empresarios y miles de ciudadanos que han perdido su tranquilidad y que en muchos casos caminan hacia una crisis económica nunca antes vista en Sinaloa.
García Harfuch se encuentra en Sinaloa desde el martes por la tarde-noche. Y de acuerdo a la instrucción dada por la propia Presidenta Claudia Sheinbaum permanecerá en el estado por “varios días”. El Secretario de Seguridad Pública en el país porta todo el apoyo de la Presidenta. Tiene prácticamente bajo su mando a los generales del Ejercito a los altos mandos de Marina y de la Guardia Nacional. Eso en materia de seguridad. Pero al revisar sus respuestas en la conferencia de prensa ofrecida por él ayer en Culiacán, se constata que trae la instrucción de utilizar lo necesario para combatir la inseguridad en Sinaloa.
Habría que ver si ese poder no es solo el del combate al clima de violencia e inseguridad que se tiene en Sinaloa y varios de los municipios. Si de resolver la situación se trata, García Harfuch podría convertirse en el interlocutor que tanto necesitan los sectores sinaloenses para mitigar los daños ocasionados por esta violencia. Ya que el Gobernador Rubén Rocha Moya evidentemente ha sido rebasado y que dejó de ser el interlocutor que demandan algunos sectores como la iniciativa privada que tuvo que acudir a la Ciudad de México en busca de apoyo, García Harfuch pudiera ser la clave.
El Secretario de Seguridad se mueve, habla y reacciona no solo como un policía experto, lo hace con un matiz claro de político. Para esta segunda visita oficial a Sinaloa, García Harfuch seguro ya tiene la información suficiente para aterrizar operativos que busquen el retorno de la tranquilidad a Sinaloa.
Es muy probable que, en Sinaloa, el Gobierno Federal ponga en practica un operativo no como el llamado “Operación Enjambre” efectuado en el Estado de México, sino uno de mayor envergadura que podría aspirar a una “limpia general y de fondo” que pondría contra la pared a políticos, funcionarios públicos, altos mandos policiacos y hasta empresarios. García Harfuch debe saber que en Sinaloa no son suficientes “mejoralitos” que vengan solamente a aliviar por encima las cosas. Se requiere una cirugía mayor. ¿Se atreverá?. Ha dado muestras de que si lo haría. Habrá que verlo.
¿Y el Rocha? Si los altos mandos militares que desde el 9 de septiembre asumieron el control de los operativos de seguridad en Sinaloa, solo lo tenían como “invitado” en sus evaluaciones, con la presencia del Secretario de Seguridad federal Omar García Harfuch, el Gobernador pasó a ocupar un tercero o cuarto sitio. Lo que desde hace unas semanas vienen haciendo el Secretario General de Gobierno Feliciano Castro en funciones de “vocero” y el Secretario de Seguridad estatal Gerardo Mérida, de simples “narradores de nota roja” como bien los calificó el diputado y líder de MC en Sinaloa Sergio Torres, ahí seguirán sin que realmente pasen de ese papel.
La presencia y permanencia de García Harfuch en Sinaloa “borra” al Gobernador. Y si por respeto institucional, se guardarán todas las formas. Pero en los hechos, Sinaloa está en manos del Gobierno Federal que asume el control ante un Estado que dejó de ser parte de la solución al convertirse en parte del problema.
Decomiso histórico. El Secretario de Seguridad arribo a Sinaloa con el anuncio de un “decomiso histórico de mil 500 kilos de pastillas de fentanilo. Este anuncio previo a su visita, nos recuerda a la forma de actuar del viejo PRI, cuando se trataba de “limpiar” el camino previo a las acciones que vendrían anunciadas. Y si es importante ese aseguramiento por dos razones.
La cantidad y lo que representa en ganancias que no llegaran a las manos de los delincuentes y que el decomiso haya sido en Sinaloa. El decomiso manda un mensaje a Estados Unidos interesado en que México combata realmente la producción, traslado y comercialización de fentanilo que les está matando a miles de ciudadanos. Y que el hecho sea en Sinaloa en donde también EEUU tiene especial interés de combatir al crimen organizado. Una maniobra política-policiaca interesante de Omar García Harfuch.
Van en serio contra “habichuelas”. En un comunicado oficial de la Secretaría de Marina se dio a conocer que 151 maquinas tragamonedas que operaban en las conocidas “habichuelas” en diferentes puntos de Mazatlán fueron decomisadas. El operativo incluyó recorridos en las zonas en donde previamente los militares tenían ubicados esos “minicasinos” que, de acuerdo con la autoridad, operaban en forma ilegal. Marina sabe que hay muchas más maquinitas de esas operando en Mazatlán.
Sin embargo, esta acción en contra de esos establecimientos pareciera que tuvo efecto en todos los establecimientos que se tenían. La mayoría “bajo cortinas”, cerró desde el mismo momento en que se comenzó a conocer la noticia.
La sierra bajo fuego. Siete cuerpos de hombres fueron localizados en un camino de terracería en la zona serrana de San Ignacio. El reporte lo generaron en la Secretaria de la Defensa Nacional. Los cuerpos fueron localizados en el camino que conecta a la comunidad de San Juan-Tayoltita con el poblado de Las Mulas, localizado en la sindicatura de Contraestaca. En el lugar fue encontrado un vehículo abandonado. Las fuerzas militares continúan sus operaciones en la zona serrana de San Ignacio hasta los limites con Durango. Todo dentro del conocido “Triángulo Dorado”.
Con todo y García Harfuch 12 muertos. El reporte del día dio cuenta de 12 personas asesinadas, cuatro lesionados con arma de fuego y tres civiles detenidos. No se dio a conocer el número de reportes de vehículos despojados, pero en los dos últimos días la cifra supera a los 20. Del numero de personas desaparecidas tampoco se cuantificó por el día de ayer, pero la cifra sigue aumentando peligrosamente.
Quien diga que se está caminando hacia la “normalidad” se equivoca. Si bien no se están presentando los encuentros sangrientos y balaceras de los primeros días de esta guerra, también es cierto que los asesinatos siguen presentes día con día. La violencia ya llegó al reclusorio de Culiacán en donde ya suman dos reportes de violencia y muertos. Por ese motivo se ordenó el cambio de Director del Penal.
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